Diáconos de 30 países se reunieron en la República Checa
Los diáconos debatieron el tema Diaconia en un contexto intercultural
Diáconos del mundo entero ven buenas oportunidades para la fe cristiana en los países de Europa Oriental. En su conferencia celebrada en el santuario checo de Velehrad cerca de Brno, observaron que, mediante una actitud de abertura hacia tradiciones culturales ajenas, la Iglesia puede transmitir, de manera creíble, los valores cristianos como el amor incondicional y la misericordia.
Un diacono mexicano y su esposa en trajes tradicionales
Velehrad, uno de los más importantes santuarios de Moravia/Rep. Checa es estrechamente vinculado con la tradición de los dos Apóstoles de los eslavos, Cirilo y Metodio. Ellos se dedicaron a crear un alfabeto para el idioma eslavo, tradujeron textos bíblicos y otros escritos religiosos del griego al eslavo. Como Patrones de Europa, simbolizan un puente entre Oriente y Occidente y también un proceso de acercamiento ecuménico y de diálogo intercultural.
Desde el comienzo de la Edad Media, Velehrad es la Sede del primer Arzobispo de Gran Moravia, San Metodio, y al mismo tiempo el centro político-administrativo del Imperio de Gran Moravia. Los inicios del Velehrad de hoy se encuentran en el siglo XIII, cuando apareció allí la primera abadía cisterciense de Moravia. A finales del siglo XIX se instalaron los jesuitas. El Papa Juan Pablo II visitó Velehrad y su celebérrima Basílica en 1990. Pio XI le había ya otorgado el titulo de Basílica pontifical. En 2013 el Santuario celebró el 1150º aniversario de la misión de los apóstoles de los eslavos Cirilo y Metodio.
Monseñor Graubner y Klaus Kießling, Presidente del CID
La Conferencia, con una duración de cuatro días, versó, en este lugar programático, sobre la evangelización de Europa Oriental y sobre el significado de la diaconía en el contexto intercultural. Tras un saludo por parte del Arzobispo de Olomouc Jan Graubner y una introducción por parte delProtector del CID, Monseñor Gebhard Fürst, el docente de teología a la Facultad de Teología Católica de la Universidad de Praga, Jaroslav Lorman exhortó la Iglesia Católica Checa a implementar, de manera consecuente, reformas en el espíritu del Concilio Vaticano II, después de los años del comunismo y de evitar así el riesgo de “vivir en el ghetto”.Los prejuicios de la sociedad checa hacia la Iglesia Católica, a la cual pertenecen unos 10 % de los checos, son grandes, por razones que tienen que ver con las experiencias de la Reforma y la Contrarreforma y también en los tiempos del Imperio. La Iglesia es expuesta a la imputación que su clero se arregló a menudo con los ricos y poderosos, en el propio beneficio y en detrimento de la población pobre. Pero con una actitud diaconal constante, la Iglesia puede hoy ganar credibilidad y mostrar las ventajas que la fe cristiana y sus valores humanistas pueden traer a la sociedad.
Jaroslav Lorman
Lorman exhortó la Iglesia a la cual pertenece a buscar el diálogo con todas las personas y no solamente con aquellas “que piensen y crean como yo”.Lorman citó al Arzobispo de Praga, Dominik Card. Duka, el cual afirmó que sus compatriotas sí tienen un deseo de espiritualidad, pero que se manifiesta a menudo como un tipo de “algo-ismo”. Si la Iglesia logra convencer a los checos que no actúa en su propio interés sino que sirve a las personas, tendrá cada vez más aceptación. Pero eso supone también que, en un país considerado como ateísta, la Iglesia no dé respuestas a preguntas no planteadas, sino que se ponga en camino, con una actitud de abertura, como Iglesia peregrina, con las personas y sobre todo con los pobres.”La vida cristiana es vivir el provisorio” observó el teólogo y diacono pragués. Él se mostró asimismo, resolutamente, a favor del diaconado para las mujeres, refiriéndose a la antigua práctica de la Iglesia y exhortó a los clérigos y a los seglares a colaborar de manera más estrecha.