Tras una interrupción de más de 1000 años, el Concilio Vaticano II reintrodujo el diaconado como grado independiente de la jerarquía. En el curso de este renacimiento se fundó, en el año 1965 el centro Internacional del Diaconado (CID). Desde aquel entonces, el Centro trabaja como una asociación de utilidad pública, reconocida por la Iglesia. El CID existe gracias a hombres y mujeres comprometidos. Seglares, teólogos/as, diáconos, presbíteros y obispos del mundo entero se encuentran entre sus socios. La Junta Directiva, Delegados y socios generan regularmente un vivo intercambio a nivel mundial. El CID organiza Conferencias Internacionales de Estudios, promueve el establecimiento del diaconado en diversas regiones del mundo, desarrolla conceptos de formación y contribuye a la teología del ministerio.
¿Quién es el diácono? ¿Cuál es el papel específico que le corresponde? ¿Hace de puente entre la caritas parroquial y la Asociación Caritas? ¿Es el embajador de los pobres? ¿Cómo se está desarrollando este grado de la jerarquía -desde su reintroducción por el Concilio Vaticano II-en los diversos continentes?
En 1965, se llevó a cabo en Roma una Conferencia Internacional de Estudio sobre el tema “El diácono en la Iglesia y el mundo de hoy”. Cardenales, obispos, teólogos, hombres y mujeres de todo el mundo tomaron parte en el evento. Fundado dentro de este contexto, el Centro Internacional del Diaconado promovió continuamente el ministerio del diácono en una Iglesia con rostro diaconal. Se entiende a sí mismo como agrupación de obispos, sacerdotes, diáconos, teólogos y laicos y que, por lo tanto, es una asociación fundada en la base de un acuerdo privado entre fieles, de acuerdo con el canon 299 § 1del Código de Derecho Canónico. El Centro Internacional del Diaconado se entiende a sí mismo como un lugar en que la idea del diaconado y del ministerio diaconal es promovida en el nivel de la Iglesia universal. Como Centro, recoge experiencias, reflexiones e iniciativas que conciernen el diaconado en todo el mundo, da acceso y ofrece sus servicios a todos los interesados en el diaconado. Basado en el hecho de ser una asociación, necesita reconocimiento eclesial para poder actuar en la Iglesia. El obispo diocesano de la sede de la asociación y, por lo tanto, la autoridad competente de acuerdo con el canon 312 §1 nº 3 del CDC, ha reconocido y recomendado el Centro Internacional del Diaconado como asociación privada de fieles según el canon 299 § 2 del CDC.